En una app de citas conseguí quedar con una chica para tomar algo y conocernos. A las siete de la tarde esperaba impaciente que llegara. Sentado en la terraza del bar, vi que dos mujeres jóvenes se dirigían hacia donde yo estaba.
De lejos, y al ser dos, no caí en la cuenta de que una de ellas era mi cita, claro, yo esperaba solo a una. Se plantaron enfrente de mí y la “mía” me saludó –Hola, qué tal, cómo estás?, te presento a mi hermana–. Yo no entendía nada, ¿qué hacía allí con su hermana?, había quedado con ella, ¡pero no con su hermana! Sin esperar que yo respondiera me explicó que estaba muy sola y triste por un desengaño amoroso, y se le ocurrió que podía ser una buena ocasión para animarla. Por supuesto que preferí no pensar de qué forma había que animar a su hermana. Me levanté y cordialmente me excusé con el pretexto de que había olvidado un asunto que requería la máxima atención urgente.
Lejos ya del lugar pensé en la ocasión perdida de la fantasía pendiente de un trío, pero es que me echó para atrás el espantoso bigote que debía de hacer meses que no se depilaban. Si lo hubiese visto en las fotos de internet…
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Entre un bazar chino o Vinçon, puedes escoger donde pasar la próxima hora. Lástima que esta última, por desgracia, ya no existe. Era el santuario privilegiado de los pijos frikis de los noventa, en Barcelona.
Otra alternativa es Pilma.
De todas formas, en ambos te puedes encontrar originales o imitaciones.
Esa es la sensación que tengo cuando me he apuntado a alguna de las centenares apps de citas que hay en el mercado. Creo haber leído en alguna noticia que hay tres mil en todo el mundo.
Apps con la apariencia de un todo a cien, cuyas fotos se asemejan más a las que hacen los aficionados a los ovnis (borrosas, maltrechas y torcidas) hasta los portales con imágenes de la categoría del fotógrafo más famoso del mundo.
Fotos repetidas, bots, perfiles más falsos que una moneda de treinta euros, tipos que se hacen pasar por mujeres o al revés, dependiendo de los gustos de cada uno, chicas que no van a contactar contigo en tu puta vida, otras que quieren conocerte a toda costa, pero como que no eres Vip, no podrás leer sus mensajes, etc.
Si no pagas, no ves. Si no eres un guaperas, nada de nada.
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