El ataque de los Oxímoron

Era un día soleadamente nublado en Ciudad Contradictoria. Los habitantes vivían en su caótica tranquilidad, disfrutando de su rutina de espontaneidad, cuando algo insólito ocurrió: el cielo se llenó de un "silencio atronador".

Primero llegó una nube "oscuramente brillante", seguida de un ejército de "gigantes diminutos". Eran los Oxímoron, seres con cabezas cuadradamente redondas y corazones fríamente cálidos. Se movían en perfecta descoordinación, lanzando "mudas palabras" que rebotaban como ecos ensordecedores.

El alcalde, un hombre conocido por su "sabia locura", intentó calmarlos con un "grito silencioso", pero los Oxímoron lo ignoraron. Avanzaban, dejando a su paso "caos organizado": coches que flotaban pesadamente, flores marchitas llenas de vida y relojes que marcaban horas atemporales.

Entonces apareció Sofía, una niña "valientemente asustada", con su "espada de espuma dura". Se acercó al líder de los Oxímoron, un "gigante diminuto" llamado Paradoja, y le preguntó:  —¿Qué queréis?

Paradoja respondió con un "murmullo ensordecedor":  —Buscamos un lugar donde la contradicción sea aceptada.

Sofía sonrió con una "triste alegría".  —Ciudad Contradictoria puede ser vuestro hogar. Aquí todos somos un poco absurdos.

Los Oxímoron se detuvieron. Celebraron con un "silencio festivo" y se integraron al día a día. Desde entonces, Ciudad Contradictoria se convirtió en el lugar más "normalmente extraño" del mundo.

by Culturanima

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Noromixo llevaba poco tiempo estudiando el libro sagrado de Sheikh.

Durante muchos años, su padre se lo había escondido porque la tradición prohíbe que tengan acceso los menores de dieciocho años.

Noromixo, por fin, encontró un poco de luz en la oscuridad. El libro sagrado de Sheikh estaba repleto de frases incongruentes.

A la tenue luz de la única vela que alumbraba la estancia, se proyectaban en la pared aquellas sombras de muertos vivientes que moraron siglos atrás en la fortaleza.

Una calma tensa le abordaba incesantemente.

Aquel libro le producía la misma diferencia que los desprecios de su madre.

—Padre, ¿qué fue del rey Jenhoük? ¿Por qué desapareció de la torre sin dejar rastro alguno? Como única opción, aunque sea para ti doloroso, por favor, dime dónde fue madre. ¿Por qué se marchó?

—Mi pequeño gran hombre, algún día lo entenderás todo, pero no ha llegado aún el momento.

Ya que padre no podía desvelarle el secreto, Noromixo partió de escondidas, cuando despuntó el sol detrás de la colina, en busca de respuestas.

Un fuerte susurro retumbó justo detrás de la montaña. Padre, en ese momento, supo que había llegado la hora. Tardaría muchos años en volverlo a ver.

by Xanco