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La primera comunión

Para gustos no hay colores, pero ¿era necesario disfrazar así al crío?

Supongo que esto de los vestiditos va por épocas. En los años setenta, estaba de moda ir con traje, pero no con pantalones largos y mocasines, ¡no!



La primera comunión con americana, camisa blanca con puñetas en las mangas, pantalones cortos y unos zapatos de charol que hoy en día, ni pagando se los pondría uno que yo sé.


Las niñas con sus túnicas al estilo la virgen María y las sandalias del pescador, estaban para mojar pan o tal vez, para mojar una oblea en vino.


Si pudiera mirar por un agujero el pasado de mis colegas y hacer una foto, seguro que marcaríamos tendencia.


En los setenta, los disfraces de marinero, traje, virgen María y otras vírgenes, tenían cierto punto de discreción.


Hoy en día, la gente se viste con cualquier cosa con tal de llamar la atención.


La discreción se la pasan por el forro de la túnica.


No estaría nada mal romper las reglas del pasado y encontrarte críos con el disfraz de sus ídolos, Spiderman, D'Artagnan, Superman y todos los …man. Niñas con vestidos de amas de casa, de punkis, de militar, etc.


by Letslukin


****

Carlota miraba su vestido blanco como si fuera un velo entre ella y el mundo. Era su primera comunión, un día que debía ser especial, pero algo en la iglesia la inquietaba. Las sombras en las esquinas parecían moverse, y el frío de las piedras del altar atravesaba sus zapatos.


Cuando llegó su turno de recibir la hostia, el sacerdote, un anciano encorvado, la miró fijamente. Sus ojos eran pozos oscuros, y su voz reverberó por todo el templo. "El cuerpo de Cristo", dijo, colocando la hostia en su lengua. Al instante, un sabor metálico la invadió, como sangre vieja.


Carlota quiso escupir, pero no pudo. Algo la mantenía inmóvil mientras el coro entonaba un cántico que no reconocía, un murmullo extraño que se elevaba y se hundía como una marea oscura. Sus compañeros de comunión, uno a uno, comenzaron a repetir el cántico con la mirada perdida.


De pronto, las luces de la iglesia parpadearon y se apagaron. En la penumbra, Carlota vio figuras encapuchadas rodeándola. Su madre, entre los bancos, no hacía nada, simplemente sonreía con la mirada todavía más perdida.


Cuando las campanas sonaron anunciando el final de la misa, Carlota ya no era Carlota. Ahora era una más en el coro eterno, cantando en un idioma olvidado bajo la mirada vacía del sacerdote.


1 Comment

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Streetjas
Apr 22
Rated 5 out of 5 stars.

La primera comunión. Tradición de toda la vida, en la confesión religiosa católica, que pasa de padres a hijos y que nos inculcan desde bien pequeños.

Por mi parte, otro engaño más de ésta vida que nos ha tocado vivir, y también porque nos ha tocado vivir en un país del mundo, donde predomina la confesión religiosa del catolicismo.

Por éste paso no tienen que pasar niños de otros países con otras creencias religiosas. Pero seguramente tengan de pasar por otro tipo de rituales, y probablemente sean aún peores.

Por cierto, yo la tuve que hacer a escondidas de mi padre, porqué era testigo de Jehová, y se oponia a que la hiciera, cosa que tampoco compartía mi madre, ni…

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