Pensar en el futuro

Si nos referimos al futuro, ¿cuántas conjugaciones verbales existen? Futuro simple, compuesto y tal vez, metiéndolo con un calzador, el subjuntivo porque no deja de ser un futuro incierto como la vida misma.

¿Qué sabemos del futuro? Nada de nada. Si tuviéramos la capacidad de adivinarlo, creo que sería un desastre.

La aventura es la aventura. La vida, en sí, es como una caja de bombones. Vale, de acuerdo; esta es una frase de Forrest Gump, pero en cierto modo, la vida que transcurre mientras vas escribiendo, estaría ubicada en un futuro cercano, pero por descubrir, ya que no sabes qué pasará en los siguientes segundos, minutos y horas. Ya no te digo en los próximos días.

¿Quién sabe lo qué pasará, a excepción de la bruja Pirula, Nostradamus y cuatro expertos más en la materia?

Sería muy aburrido que lo tuviéramos todo controlado. Todo planificado y que encima se cumpliera a rajatabla. No lo compro.

Uno va construyendo su futuro a medida que camina en el presente. Cambias de calle porque sí y, sin quererlo, te encuentras con el amor de tu vida. Si hubieras (subjuntivo) seguido recto por esa calle, tal vez no la habrías visto nunca (subjuntivo). 

by Letslukin

****

Pensar en el futuro es un ejercicio complicado, porque implica asumir que tienes el control de algo más allá de decidir qué vas a cenar esta noche. Todo empieza de forma inocente: “Voy a ahorrar para mi jubilación”, piensas mientras compras un café de 7 euros y te suscribes a otra plataforma de streaming que jamás abrirás. Pero tranquilo, tu plan maestro para el futuro está en marcha.

Al principio, imaginar el futuro es emocionante. Visualizas tu casa del 2030, toda minimalista, con un jardín vertical que regenera oxígeno y un robot mayordomo que te sirve el café perfecto. Luego te das cuenta de que en el presente tu cafetera se avería cada dos semanas. Pero oye, ¡soñar es gratis!

Después piensas en la tecnología. Nos prometieron coches voladores y lo que tenemos son scooters eléctricos que solo funcionan cuando hace buen tiempo. Y en los trabajos del futuro: analista de tendencias interdimensionales, influencer de mascotas virtuales o, terapeuta de IA deprimidas. Porque claro, hasta los robots van a necesitar terapia para lidiar con nuestras expectativas.

Pensar en el futuro es como hacer una ensalada con ingredientes que no tienes, siguiendo una receta en otro idioma, mientras intentas no quemar la cocina. Pero bueno, si todo falla, al menos siempre tendremos memes para recordarnos que la vida es impredecible.

by Culturanima

****

Sólo existe el momento presente, no hay que pensar en el futuro ni en el pasado. ¡Cuántas veces he oído y leído este pensamiento o creencia!, pensaba Ana, hasta incluso ella también lo había dicho muchas veces a aquellas personas que querían escucharla.

Ana estaba metida en el mundo del crecimiento personal y, aunque tenía criterio, no siempre había acertado con las cosas que creía. Con el paso de los años pudo darse cuenta de que la información no era del todo real. Suerte que ahora ya contaba con mayor discernimiento.

Hace muchos años parecía que si eras espiritual tenías que ser austero, huir de la abundancia. También se le daba poca importancia al cuerpo. Nada de esto es real, el universo quiere que tengamos abundancia y el cuerpo es el vehículo del Alma y hay que cuidarlo y mucho.

Dejar de pensar en el futuro no es tarea fácil, nuestra mente siempre está proyectando lo que queremos hacer, lo que va a pasar… A Ana le costaba mantenerse en el momento presente, lo había conseguido en algunas ocasiones. Estos eran los momentos más felices, se sentía conectada con su Ser Interior y todo era más fácil y real.

Ana ahora sueña con volver… al momento presente.

by solillum