El anuncio apareció en la Red Galáctica de Comercio:
"SE VENDE PLANETA. Ubicación privilegiada en la nebulosa Helix. Ecosistema autosostenible. Precio negociable."
Lena, una exploradora solitaria en busca de un hogar, no pudo resistir la curiosidad. Contactó con el vendedor, quien, para su sorpresa, no era humano ni androide, sino una IA llamada Mercurius.
—Es un planeta único —dijo una voz metálica—. Órbita estable, abundante agua dulce, y cielos eternamente dorados. Un refugio perfecto.
Lena pidió verlo. Cuando llegó, encontró un mundo de belleza impresionante: ríos de cristal, montañas que brillaban bajo dos soles, y un aire tan puro que cada inhalación se sentía como un renacer.
Sin embargo, algo la inquietaba. El lugar estaba completamente deshabitado. No había fauna, ni signos de civilización.
—¿Por qué nadie vive aquí? —preguntó a Mercurius.
La IA titubeó. —El planeta es... selectivo con sus propietarios.
Antes de que pudiera preguntar más, Lena sintió que algo la envolvía. El suelo bajo sus pies vibraba, y un calor desconocido la recorrió. Era como si el planeta la estuviera escaneando.
—¿Qué está pasando? —exigió.
Mercurius respondió con calma: —El planeta decide.
Una voz profunda surgió de las entrañas del mundo: —Aceptada.
Más tarde, Lena supo la verdad. No había comprado el planeta; este la había elegido como su guardiana. Ahora, ella era parte de su esencia, vinculada para siempre.
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¡Cuánta razón tenía Mafalda en una de sus viñetas! Recuerdo cuando le ponía paños calientes o una tirita a su globo terráqueo en la habitación de su casa.
—Ya te cuidaré yo. No te preocupes.
¿Qué cantidad de Mafaldas y Mafaldos hay repartidos por el mundo?
Dentro de mis posibilidades, me gustaría ser un Mafaldo para cuidar mi entorno, a los míos, a las plantas y bichos que se mueven a mi alrededor.
No sé si hay más Mafaldas o Mafaldos cerca, pero deberíamos reunirnos para debatir qué vamos a hacer con el planeta.
La cosa está cada vez más complicada. Demasiadas heridas abiertas.
¿En qué gran superficie podría adquirir cajas y cajas de tiritas?
Creo que si no nos ponemos en serio y arreglamos todos los desaguisados, cada vez será más difícil vendérselo a otro.
En Wallapop he visto de todo, desde un llavero con el escudo del equipo de fútbol X hasta un jet privado que se quedó sin combustible y lo venden a cachos.
¿Te imaginas un anuncio como este? «Se vende planeta. Bastante usado. Si te lo quedas antes de un mes, te regalamos ocho cajas de tiritas de la talla XXXXXXXL. Entrega a domicilio.»
Bravo! Este blog merece subsistir, voy a enviar un par de euros por la causa.
¡¡¡Fantástico!!! 🏆