Si en vez de… hubiera…

Imagínate un mundo donde la tecnología nunca hubiera avanzado más allá de las palomas mensajeras. O sea, en vez de andar con un smartphone, andaríamos con una jaula bajo el brazo y cada uno tendría su propia paloma personalizada, probablemente con un nombre épico como “Turbo”.

Mensaje para el grupo de amigos. Fácil, solo atas la nota a la patita de tu ave, susurras “¡Dale, Turbo!” y esperas… ¿minutos? ¿horas? ¿días? Dependiendo de la destreza de tu ave y de la distancia. Si eres de los que mandan muchos memes, igual te vas a quedar sin plumas, literalmente.

Ahora, piensa en las citas románticas: enviarle a tu crush una “paloma reacción” cada vez que diga algo bonito. Claro, también existe el riesgo de que tu paloma decida no llegar o distraerse con otra en el camino. Y cuando tu mensaje finalmente llegue, es probable que lo acompañe un “regalito” blanco sobre la nota. Es un amor rústico, con un toque de aventura y mucho excremento.

¿Y los dramas? Si alguien decide "dejarte en visto", no es que la paloma esté ocupada, es que probablemente tu mensaje acabó volando en dirección contraria.

Quizá sería un mundo más lento y menos tecnológico, pero ¡oye!, al menos nos mantendríamos en forma corriendo detrás de nuestras palomas para pedirles que traigan el mensaje correcto.

by Culturanima

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Como ocurre en algunas películas de ficción, si tuviéramos la oportunidad de remediar aquella cagada que cometimos en un momento concreto de nuestra vida, cuando nos apuntamos a aquel curso sin pensarlo dos veces, cuando dijimos algo por compromiso o cuando nos adelantamos siete pueblos en vez de ir a una velocidad prudente, tal vez y solo tal vez, otro gallo cantaría.

A veces, por imprudencia, por impaciencia o impulsividad, perdemos irremediablemente, una oportunidad muy valiosa que nos podría reportar serenidad, sabiduría y, por qué no, experiencia de vida.

Te casas antes de tiempo, sin meditarlo a fondo; te compras aquella casa que te hacía ilusión y que por no gestionarlo con cabeza, la pierdes de un plumazo; eres un virtuoso en una temática y por tu pereza, pierdes grandes oportunidades.

Si en vez de ser tan impaciente hubieras calmado tus ansias de querer, a toda costa, la felicidad personal, quizás el mismo gallo de antes cantaría de otra manera.

¿Somos lo que hacemos o hacemos cosas porque somos de una manera concreta?

¿Podríamos evitarlo o estamos destinados a equivocarnos miles de veces?

Es posible que más de un humano sepa cómo remediar sus cagadas. Otros, lo intentaremos por respeto.

by Letslukin