top of page
Buscar

Tropiezo con la silla

Era de un sueño muy profundo desde muy pequeña. Aquella mañana por fin se despertó y al levantarse tropezó con la silla en medio del paso hacia el lavabo. Mientras gemía de dolor por los dedos del pie desnudo que chocaron contra aquel objeto imprevisto, entre legañas leía la nota que encontró encima:


"Sé que hace daño y que me estarás maldiciendo, lo siento hija mía, pero es bueno, te despertará deprisa y serena para afrontar el día. Adiós hija, tu madre que te quiere mucho."


ree

Se quedó inmóvil. Su madre nunca le había dejado una nota así. De hecho, hacía años que no la veía. Su corazón empezó a latir más rápido. Miró alrededor, tratando de recordar si la noche anterior había movido esa silla. ¿Cómo había llegado allí?


Se levantó y recorrió la casa en silencio. Todo parecía en orden, pero algo en el ambiente había cambiado. Fue a la cocina, buscando algún otro indicio. Sobre la mesa encontró otra nota, escrita con la misma letra temblorosa:


"No estoy tan lejos como crees. Nos veremos pronto."


La respiración se le atascó en la garganta. ¿Era una broma? ¿Un mal sueño? Pero entonces vio la taza en el fregadero… aún tenía restos de café caliente.



****

En menos de cinco segundos se le acumuló el trabajo. Tenía que haber optado por una sola, pero su impaciencia pudo con él y decidió hacerlo todo a la vez.


El pasillo de la casa de sus padres era más largo que un día sin pan. Lucas se encontraba a medio camino entre la sala y el recibidor. Sonó el teléfono y en el mismo instante, tocaron el timbre de la puerta.


Pensó para sí que tendría tiempo de descolgar, decirle a su interlocutor que esperara un momento, salir disparado hacia la puerta, abrirla y atender a la persona que se encontraba al otro lado, volver corriendo en dirección a la sala y acabar la conversación.


Nada de eso se cumplió.


Ante esa dicotomía, decidió primero lo segundo, pero no contaba con que el día anterior su madre había movido una silla del recibidor, dejándola justo en medio de la trayectoria.


Lucas, con la fuerza de un adolescente impulsivo, se dejó el segundo dedo del pie derecho incrustado en la parte baja de la pata. Del dolor cayó de bruces al suelo sin poder moverse durante un buen rato.


No atendió al teléfono, no abrió la puerta y no pudo hacer nada mientras permanecía tirado en el suelo, encogido como un ovillo, con la respiración entrecortada y cagándose en todo.



1 comentario

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
Streetjas
hace 4 horas
Obtuvo 3 de 5 estrellas.

Antes muerta que sinsilla!! 🎤🎵🎶😬😂😜

Me gusta
¿Te apuntas al blog?

Envío correcto, ¡gracias!

Donate with PayPal

​Nos puedes ayudar con aportaciones a través de PayPal  Muchas Gracias

© 2025 Dowlezes

bottom of page